miércoles, 18 de noviembre de 2015

Tantra 

 Sabía que me estabas esperando, allí, en el lugar donde los árboles azules, y cautivos, amanecen de noche, sin ordenadores que dirijan la vida, ni relojes que consuman el tiempo. Allí, cuando tus pasos cansados de tanto absurdo, emprenden el camino, huyen, de la casa en ruinas, descorren la maleza, y tienden puentes, para llegar al sur de los espejos, hallar la luz, recoger la gota, el origen, la respuesta, y para que tú y yo, por fin, a solas… nos reencontremos, y comencemos a reconocernos. 

Ángeles Charlyne
 Del libro A Sangre y Buril 



 “Conexión”
 -De la serie Equilibrio emocional- 
 Acrílico sobre tela
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